sábado, 18 de mayo de 2013

¡¿Quién me mandaría a mi...?!


¡¿Quién me mandaría a mí…?!

No sé si vosotros también os hacéis esta pregunta alguna vez.

Yo esta semana es que me la he hecho, y repetido unas cuántas veces.

Y es que hay semanas que se deberían poder borrar del calendario. Además, me parece que no he sido la única, porque he leído otros blogs que también hubieran pasado esta semana por alto.

Tengo que decir que me ha venido alguna cosa inesperada. No contaba con que saliera ahora, pero finalmente surgió en esta fría y lluviosa semana de Mayo, y afortunadamente ya está en vía de volver a la normalidad. Digamos los “inesperados”.

Por otro lado ya se nos están empezando a acumular todos los eventos de final de curso, con la preparación  de vestuarios incluidos, una convivencia para este finde,  exámenes finales de los peques. Ah! tenemos cumple… Y como las alegrías nunca vienen solas, esta semana hemos pasado por una de esas noches de” fiesta del pijama de los padres”, en las que bailas de tu habitación a la del niño,  para finalmente meter al niño en tu cama, y pasar la noche haciendo equilibrios en el borde de la cama, con los ojos abiertos y bien atento para esquivar patadas y codazos, y al día siguiente llegas a la oficina con un sueño y unas ojeras que ni en los años de las mejores juergas nocturnas.  Se me ocurre que lo puedo llamar “efectos colaterales” de ser madre.

Hasta aquí bien, no puedo influir demasiado.

Pero después están los líos que me busco yo solita, y que como la Ley de Murphy es infalible, siempre se me juntan con los “inesperados” y los “efectos colaterales”. Como os había comentado, este mes estoy  de exámenes y trabajos. He entregado 2 trabajos in extremis,  y ahora como loca preparando 2 exámenes. Y hasta me he liado con un blog. Pero es que ya no sé si cuántas cuentas de e-mail tengo…

Y es ahí cuando me digo: “¡¿Quién me mandaría a mi liarme tanto?!

¿Arrepentida? NO

Por algo mi blog se llama Días de trajín, me gusta y al final me va la marcha, y estoy segura que si vuelvo a tener un momento de pausa, seguro, seguro  que todavía soy capaz de liarme con algo más…

¿A ti también te pasa algo parecido?

Y para recordar los años de estudiante, y mandar muchos ánimos a todos los que estamos estudiando en estos momentos (me consta que no soy la única que le toca hincar los codos), he buscado diferentes estilos de mesas de estudio (si al final cualquier excusa es buena para no estudiar ;-P).

¿Con cuál te quedarías tú? ¿Cuál es tu estilo? ¿O cómo era tu mesa de estudiante?



Mesas organizadas



















Estudiar en un caos controlado



















Espacios despejadas





















Con espacio reducido























2 comentarios:

  1. Sin dudarlo la primera opción sería la elegida, además ikea ofrece soluciones muy útiles. Sin embargo se necesita un buen espacio, así que hay que conformarse con cualquier rincón.
    A veces nos metemos en tantas cosas, niños, trabajo, familia, estudios, imprevistos, blog que es sorprendente no acabar loco perdido.
    Salu2

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    1. Es verdad, a veces no sólo depende de lo que más nos gusta, sino también del espacio disponible.
      Gracias y saludos de vuelta.

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